En estos momentos de nuestras vidas, es posible que la palabra virus sea una de las más escuchadas y comentadas y empezamos a estar un poco cansados de ello. Pero de verdad los conocemos, de verdad sabemos si son tan horribles y peligrosos como dicen?
La respuesta a estas preguntas no es única, ya que su “peligrosidad” o virulencia, para usar un término más adecuado, no depende solo del “bicho” sino también de nuestro estado energético y de salud; en otras palabras, es tan importante el huésped como el hospedador.
No se trata entonces de escoger entre malo o bueno, negativo o positivo, se trata de entender que todas las opciones anteriores son válidas y posibles al mismo tiempo dependiendo de las circunstancias individuales de cada persona.
Podríamos hacer el ejercicio de nombrar algunos hechos comprobados y sustentados desde hace muchos años por la ciencia, a saber:
- Los “bichos” (virus, bacterias, parásitos, hongos) son parte de nuestro Microbioma (ecosistema) y tienen funciones muy importantes en nuestro organismo, especialmente en los sistemas gastrointestinal e inmunológico.
- Convivimos con ellos en una SIMBIOSIS (armonía) que nos proporciona salud y bienestar.
- Existen algunos “bichos” que son patógenos, y se diferencias de los anteriores porque si pueden desequilibrar nuestro entorno y causar enfermedades.
- Ante el mismo patógeno, las personas no responde igual, se enferman de forma diferente y algunos no llegan a enfermar. Esto nos dice que ese proceso de enfermedad no solo depende de la virulencia del “bicho” sino también del estado basal y las circunstancias de salud/bienestar de cada uno de nosotros.
- Estas diferencias entre las personas están relacionadas con hábitos de vida (fumar, beber, actividad física, alimentación,etc.) que a su vez reflejaran el funcionamiento de todo nuestro organismo, especialmente el sistema inmunológico/defensa.
Podemos actuar contra “los bichos” con todo un arsenal de herramientas como son las vacunas, antibióticos, antiparasitarios, antimicóticos utilizados en la Medicina Convencional, y eso está muy bien.
Pero también podemos actuar con herramientas más naturales que nos brinda la Medicina Integrativa para fortalecer nuestras defensas y reforzar nuestro buen funcionamiento orgánico y ayudar a nuestros órganos emuntoriales (detoxificadores) disminuyendo así las posibilidades de infección inclusive cuando haya contacto con ellos.
En nuestro próximo articulo hablaremos entonces del QUE y el COMO utilizar esas herramientas naturales para fortalecer nuestro organismo ya hacer que trabaje a nuestro favor…hablaremos de DETOXIFICACION
Nos vemos pronto
«La armonia es salud y bienestar»
- Dr. Antonio Rojas Chaverra
- Colegiado Nº 200847091
- Colegio de Médicos de Guipúzcoa-España.